6.14.2010

Corazón adentro: Tres décadas, un solo canto




“La poesía es la definición, la lengua,
la experiencia plena de un hombre y su vida”
José Coronel Urtrecho

Una de las cosas que más me apasiona de una lectura, ya sea en prosa o en verso, novela, teatro, cuento u cualquier otro escrito que vaya en función de la cultura, es la sencillez de la palabra, y si ésta logra mantener su frescura al compás del tiempo, es decir, someterse a ella e impregnarse de su magia, después de tres décadas, ya caminó bastante.
Renán Alcides Orellana publicó con Editorial Abril Uno, donde ha logrado lo anterior y más, porque en cada verso constatamos que la excusa no es excusa para empalagar al lector con su libro, aunque no ha surgido a la palestra literaria salvadoreña con mucha pompa, permite solazarse con sus más de cincuenta páginas.
La frescura que se imprime en Corazón Adentro, hacen del autor un poeta de mucha fuerza, reflejando en este libro un canto a la intimidad, ya que despierta la sensibilidad del lector, traduciendo las vivencias que llevan la simiente de tres décadas compiladas en un solo tomo.
“Hace tiempo que fuimos más que amigos/ hoy/ sin embargo, recuerdo las algas de tu pelo…” esta es la poesía de Renán, versos que no necesitan de frases rebuscadas para expresar un sentimiento, pues lo sublime y lo intimo están en un solo canto.
Corazón Adentro mantiene la magia creadora y nos lleva de la mano para conocer la intimidad del verso, ya que el autor ha sabido compilar con la paciencia del orfebre y con mucho tino esta breve antología.
En Corazón Adentro hay treinta años de poesía, treinta inviernos de nostalgias; treinta primaveras hablando de amor; versos dedicados a la novia, luego esposa y después madre: “Contigo retomé la vida/ calcé mis sandalias nuevamente/ y huyeron los alcoholes”…
También hay versos dedicados a su progenitor, a sus retoños, a su primo Antonio, al combatiente que recorre Torola con su antena al hombro y su fusil con la mira hacia el futuro: “Carabina al hombro/ la gente lo vieron/ partir decidido/ rumbo a la montaña”…
Si bien Renán es periodista de profesión y con estudios de abogacía, su dedicación a la poética le ha permitido despertar la sensibilidad de sus lectores, puesto que la justeza de la palabra y el verso han buscado el equilibrio.
Orellana cautiva con sus tropos versolibristas, pues con mucha sencillez en el vocablo, describe magistralmente toda una vida dedicada al oficio de manchar papel.
Por ello retomamos las palabras de Ernesto Cardenal, uno de los grandes literatos nicaragüenses, quien manifiesta que “para cantarle al amor y a la ternura, no es necesario hacerlo con frases rebuscadas; lo que importa es el mensaje y que éste reciba el trato debido de su interlocutor”…
En Corazón Adentro, Renán nos habla de pueblo natal, de su niñez y sus evocaciones junto a su padre: “Mi padre solía detenerse en el umbral/ frente a la calle/ y preguntaba/ hasta cuando estaremos condenados a la vida”… he aquí la muestra de la sencillez y la ternura que destilan las páginas de esta plaquete.
Lo anterior se traduce como la belleza en la poética, elementos esenciales para hacer de Corazón Adentro un libro que vale mucho en el nuevo milenio, porque hay tropos empapados de amor y mucho más.
Desde nuestra óptica, Renán debe seguir –como lo ha hecho hasta ahora- compilando sus versos y regalarnos otras tres décadas de poesía.



Luis Antonio Chávez

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