6.09.2010

Poemas de Luis Antonio Chávez

CONFESIÓN DE INVIERNO

He trajinado como una saeta,
los diferentes linderos de la huerta;
lo que no he visto a mi alma le inquieta,
pues ignoro que nos oculta cada puerta.

Y en esas calles de mi vida ya distante,
he visto de tristeza llorar a un ciego.

¿Qué misterio se ocultó en ese instante?,
lo ignoro, pues de la vida sólo soy labriego
que no busca aquello que le espante
y al dolor ya no le demuestro el miedo.

Cuando es justo callo y oculto,
de los seres esta infancia ya vivida,
pues sólo a ella le rindo el culto
que ilusionó a mi alma y engalanó mi vida.

En lo profundo de mis sueños,
veo el misterio que va deparando la vida;
cuando es justo frunzo el ceño,
pues en mí hay una antorcha encendida,
que me ha hecho ver con mucho empeño,
lo bueno y no lo malo de la vida.

Transportando en el tiempo mi existir
he querido hacer una breve reseña,
¡amigo!, que no te espante este decir,
porque la vida a todo nos enseña.

Y aunque a veces lucho contra la adversidad,
en el huerto encuentro lo que siempre he querido.
Al tiempo no le demuestro aspaviento,
ni aunque en sus enaguas me haya guarecido,
porque el tiempo perdido lo llora el muerto
y mientras viva, a Dios estaré agradecido.



INVIERNO
“Los pobres viven abajo esperando que el río
se levante en la noche y se los lleve al mar”
Pablo Neruda

Es invierno
la soledad clava sus aguijones
en la piel desnuda
de los desposeídos
el canillita
anuncia
las inundaciones
del Acelhuate
mientras lacomadre Chepa
reza un novenario porAntonio
que salió de madrugada a ganarse el pan
y un sujeto lo acribilló
porque no le dio la única “cora” que tenía para el bus de regreso a casa.

Llueve sobre la ciudad
y cada gota es alfiler
en la piel desnuda del campesino
mientras llora

por la deuda contraída
es que el río le llevó la cosecha
y hoy tendrá que hipotecar la casucha
que edificó con sacrificio
en el terreno que le heredó su padre.

Llueve
en el matutino
el gobierno anuncia
refugio para los damnificados
eso, sí es noticia
mientras una muchacha
allá por las residenciales
prepara maletas rumbo a Miami
asistirá a un cónclave
para disminuir la pobreza
en tanto Juan y sus siete hijos
recogen llantas usadas para detener el deslave
que les botará la casa de bahareque piso de tierra
que si falta el pan y los frijoles en la mesa
-eso no es asunto suyo-
lo que quiere es salir en primera plana
y embolsarse unos dólares
que envió el vecino del norte
para paliar la pobreza extrema...

Llueve –repito-
y mi corazón se acicala y se encabrita
porque mi pluma
nace y se desvive por aquellos
los desposeídos de siempre
los que saben que hay que trabajar
que no entienden de políticas
que hablan de mitigar el hambre
que les dobla las vísceras…




TU CUERPO INVERNAL
A ti que me rehúyes cual cervatillo “Y para ti qué son en este ahora la luz
desenfrenada, el desarrollo floral de la evidencia…”
Pablo Neruda

¡Qué ríos me acechan, Dios, qué ríos me acechan!
¡Qué tormenta se ciñe a mis sienes y cual vendaval me golpea!
¡Qué cúspide me persigue y yo a solas reinventándote!
Ayer fui a tu encuentro y la soledad atisbó con sus narices.
Te busqué en cada esquina de esta ciudad
más el silencio me privó de ti.
Perseguí tu imagen de “cañal en flor”
pregunté a los querubines de la soledad por ti
-Mañana llega- dijeron tajantemente para callarme,
y aunque desde el inicio supe que eras miel de otro panal,
quise retenerte entre mis sienes que te extrañan.
No lo niego, quería oír tu voz indígena…
escuchar la isla sonora de tu risa golpeándome el pecho
llenar mis oídos con las siglas de tu nombre,
aunque ajenas sean las manos que tocan otras manos en las manos de otras manos.
Ahora comprendo que la imagen de tu cuerpo invernal, tu piel acanelada
la inventé como escuchar tu voz de primavera;
mis brazos reclaman tu cuerpo;
mis oídos, el manantial de tus palabras,
y no puedo negar que mis labios sucumben
ante el cáliz sagrado de tu boca… ¿lo sabes?
ya no puedo ocultar la fronda que traiciona a mi alma cancina
ni plasmar mis labios en tu voz
y te escapes cual cervatillo;
sé que el día tiene un ritmo que no descifro
y no encuentro la musical algarabía de tu risa.
Conozco tu estrategia de envolverme y sigo tu juego, ¿a ciegas?
eres como volcán que erupciona en mi cuerpo,
la caldera que no se apaga ni con el calor de mis besos,
la miel de las campánulas robadas por otros abejorros.
Sé que mi alma se agita y grita a la soledad que me destruye,
la espera se avecina y lloran los mares,
los ríos me acechan y responde el silencio con tu nombre,
golpeas mi tiempo con el aroma de tu piel de brea y mirto
¡esta ansiedad me mata y a tientas sigo tu rostro!
y aunque sé que tu imagen encalla en otros puertos
como la miel deslizándose en otro trigo,
te persigo como al cristal de una pluma que grita y llora,
eres fuego en mis horas de tormenta…



Luis Antonio Chávez

TU CUERPO DE MIEL Y CAOBA
A ti que ya conoces la respuesta



En el equinoccio de mis sueños
vi tu imagen alimentándose de mi savia,
corrías –a campo traviesa-
los mil metros planos de ternura
pero en el intento te quedaste
robándome el corazón.

Tu cuerpo de miel y caoba
encendía la hoguera de mi alma
y en el sueño las horas te ocultaban de mí
como el silencio previéndome de la quina.

El torrente agitaba tu boca
mas yo alimentaba la
esperanza que tus pétalos
uno a uno se deshojaran en mis manos.

¡Lejos estaba de presentir tu felonía!

Tu mirada, ahíta de mi fuego, sonreía.

¡Eras manantial corriendo por mis venas!

Yo venía de perder y ganar las mil batallas;
las primeras cimentaron el roble de mi existencia,
las otras… ya conoces la respuesta.

El cisma que se agita en mi alma de niño
quiso entregarte el silencio que aún le queda
pero sólo bastaron unas horas para descubrir
otra imagen ajena a mi existencia…


El amor que le negaste a mi alma ahíta de ternura,
reclama hoy al iris de tu mirada
me devuelva la esperanza
para regresar de ese sueño que me duele.

¡Quiero correr a campo traviesa
los mil metros planos
sin obstáculos deteniéndome el aliento!

Sin embargo, como ayer,
vuelvo a caminar solo
a llevar en mi corazón
la esperanza de un mañana fortalecido.

Luis Antonio Chávez
(26/2/2010)

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